Cuando llega la primavera, le gusta sentarse en alguna de las terrazas del paseo, sentir el sol y la brisa en su piel, tomar un cafe, una cerveza o incluso un campari ,mezclados con el sabor de un cigarrillo aprovechado, y asi, agazapada detras de las gafas de sol, observar a las parejas cercanas...
Aquella pareja de enamorados, haciendose carantoñas sin fin, robandose besos sin parar, como la mira el, como oculta su mirada ella, que bello es el amor puro y verdadero, se dice para si... y si no es vedadero al menos que no sea puro, completa la frase con una medio sonrisa... antes de pasar sus ojos a otra pareja, mientras escucha la frase provieniente de una mesa cercana... "ella no es su esposa...", esta frase hace que dirija sus ojos a un hombre maduro y una mujer joven que charlan animadamente, piensa que siempre es un paso necesario en el complicado ritual del apareamiento humano, cuanto mas facil seria si fueramos mas sinceros!, mas facil si, pero menos gracioso....
Tambien repara en esa mujer madura, 40 y pocos y el hombre que se sienta cogiendola la mano, besandola a cada instante, diria que bajo aquellas gafas de sol, la mujer esta llorando, se siente en el aire el aroma de la despedida, del viaje a ninguna parte, del comienzo del tiempo del dolor entre amantes separados.... porque son amantes sin duda, tanta pasion en el matrimonio es dificilmente conjugable, creanla, sabe de que habla en estos temas...
Asi va pasando la tarde, hasta que sus mirada, a veces perdida, se posa en una de las mesas, donde un chico moreno lee el periodico, le molesta el sol y hace que cierre los ojos, a veces la luminosidad es excesiva, el pelo lacio, los ojos se adivinan oscuros, cuerpo de gimnasio pero sin pasarse, no esta mal, no esta mal... mantiene la vista en el, le gusta observar sus gestos, movimientos, hasta que un momento sus miradas se cruzan y se quedan mirando solo un instante.
El camarero se acerca con un campari,"no he pedido nada...", le dice, "es una invitacion..." señalando con la cabeza la mesa donde el se sienta, levanta la copa y con una sonrisa se lo agradece...mmmm... el fresquito de la bebida mitiga el calor de la tarde y el que se adivina cuando lo ve acercarse y sentarse a su lado. Es agradable la conversacion que mantienen, en la que se adivinan propuestas y deseos, se levanta, parece que todo ha ya concluido, cuando agacha la cabeza pegando los labios a su oido...
Estos tacones, hacen que el caminar sea aun mas femenino, paso cortos, cuerpo cimbreante ... habia comentado que en las terrazas tambien se pueden conseguir clientes?....
miércoles, abril 09, 2008
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