El hombre del traje gris....

Llovia con fuerza, amanecia un dia gris sobre la ciudad y la lluvia en los cristales semiabiertos la sacaron de su profundo sueño, en su cabeza abotargada resonaban confusos los ecos de los extraños sucesos dela noche, estuvo en la cama un buen rato, pensando silenciosa en lo que le depararia este nuevo dia.

"Que habia querido decir el hombre del traje gris?", no dejaba de preguntarse, presumia que si lo averiguaba, si daba sentido a esas palabras, levemente susurradas en un pub oscuro, al calor de un vaso de ginebra y con el olor de LOS cigarros humeantes, descubriria quien estaba detras de ellos.

Le retumbaba la cabeza con fuerza y la sensacion de sed le recordo que anoche habia bebido demasiado, "ahora no puedo hacer nada...", una ducha pens0 para si le vendria bien.

Con paso vacilante, se dirigio a la cocina del apartamento, necesitaba calmar con rapidez esa sed que la atormentaba, dudo entre un vaso de ginebra o de agua.... "es mejor estar sobria...", se dijo abriendo la ducha. El calor del agua sobre su cuerpo era algo que siempre conseguia calmarla, poco a poco mientras el agua caia se fue sintiendo mejor, era como sin con el agua que se iba por el desagüe tambien se fueran los malos augurios que el dia pregonaba.

Disfruto de la ducha un rato largo, con las manos en la pared dejo que cayera por su espalda como un masaje, lo necesitaba si.

Miro por la ventana antes de decidir que ropa ponerse, vacilo indecisa, pero acabo ganado la costumbre, podria decir supersticion, de cada caso en el que se embarcaba, ya tenia muy claro que ropa ponerse, cerro el armario y busco una caja bajo la cama, alli estaba bien guardada lo que ella llamaba "traje de faena", con el tiempo habia llegado a considerar que vestirlo le traia buena suerte.

Sentada sobrela cama, aparto a un lado a los dos gatos que aun dormitaban sobre ella y comenzo a vestirse despacio, la ducha habia sido beneficiosa, pero aun se sentia lenta. Una rosa sobre la almohada y otra sobre la comoda atrajareon su atencion, no solia dejarse rosas asi misma, pero no lograba recordar como habia llegado a casa, quien la habia traido, se sintio incomoda, no le gustaba perder el control de esa forma.

Ya vestida, quedaba el ultimo toque, estaba vez si fue al armario, bajo con cuidado una caja grande y con cuidado saco el sombrero de su padre, tocarlo la llevo a la noche en la que el murio, llovia como ahora, en uno de los multiples callejones oscuros de Toxic City, "algun dia lo resolvere..." se dijo mientras se lo calaba con mimo y miraba en el espejo.

Toda esta liturgia la ayudaba a centrarse, pensar en el siguiente paso que deberia dar. Mirandose en el espejo busco su pistola, la sopeso, no sabia aun pero con ella se sentia mas segura, presentia que tendria que usarla, no es que le gustara mucho, siempre habia odidado las armas, las consideraba inutilesy sin sentido.

"Por donde empezar?...", penso que un buen sitio seria e lugar donde por primera vez vio a el hombre del traje gris, su oficina. No le gustaban los dias de lluvia, los dias grises como este le gustaba quedarse en casa sin hacer nada, pero no, hoy debia salir.

Un beso a cada uno de los gatitos, acordandose de dejarles la comida en un plato y con paso presuroso se dirigio a la puerta. Giro la manecilla y supo que un nuevo caso acababa de comenzar....