Fumar...

Cierro la puerta, no sin antes mirar a mi alrededor, quiero estar segura de que nadie me ha visto hacerlo, y con mucho cuidado pongo el pestillo. Es pequeño el habitaculo, pero dispone de un sitio para sentarse.
Con disimulo, casi sintiendose observada, lo saca de su bolsillo, siempre se ha preguntado si habria camaras, es algo que en cada viaje no deja de preguntarse, y la respuesta, para si misma claro, es negativa. Suspira alividada, mientras aspira el aire profundamente y siente como ese olor familiar, ese gusto invade cada uno de sus sentidos y la hace estar mas atenta, teme encontrarse con alguno de los talibanes que pululan por este ancho mundo, simpre atentos a que se cumplan las prohibiciones, a las fallos de los demas mas que a los propios y al mismo tiempo que respira, no deja de estar pendiente de los ruidos al otro lado de la puerta.
Consigue por fin calmarse, ya es veterana en estas lides, años sufriendo a estas personas, la han convertido a ella y a otros como ella en expertos en encontrar situaciones y lugares para saltarse las normas, es facil reconocerlos, la mirada puesta en el horizonte, los dedos ligeramente manchados, paso rapido, de alguien que busca espacios conocidos sabiendo a donde se dirigen y esa mirada al suelo cuando los ves salir de sus habitaculos.
Aun ensimismada en sus pensamientos, escucho la llamada por los altavoces, sabia que era para ella, que se acababa este momento de placer….
Apago despacio el cigarro y tiro lo que quedaba a la taza del water, el ruido de la cisterna, varias veces para evitar dejar huellas escandalosas, y abrio la puerta saliendo rapido, para que no la reconocieran… mientras salia de los lavabos del aeropuerto sabia que su odisea anual habia comenzado…. “cada vez es mas difícil fumar en los aeropuertos…